Acá...

viernes, 21 de octubre de 2011

Esos dolores.

Estoy dolida.

Me hirieron con unos de esos dolores que te llegan hasta la garganta. Esos que, es más, atraviesan tu cuello y se te meten en el alma. Esos que sentís que te perforan el corazón y te mantienen pensando día y noche. Esos dolores que hacen que sientas picor en los ojos. Esos que provocan lágrimas, y lágrimas, y lágrimas, y... Esos dolores que te cortan la respiración y te paran el corazón. Esos que hacen que tengas que sentarte sola en el piso de tu baño, con el brazo sobre la boca para ahogar los sollozos de angustia. Los mismos que te hacen tener que parar a respirar violentamente, porque los gimoteos no te lo permiten con libertad. Esos dolores. Esos, que son los más terribles del mundo, seguramente. Esos, sí, esos dolores estoy sintiendo ahora.

Estoy dolida. Y nadie puede hacer nada por evitarlo.

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