Acá...

jueves, 5 de mayo de 2011

Nostalgia.

Para cada lado que miro; hay un recuerdo. Una señal de que el tiempo pasa. Un recordatorio de que, tarde o temprano, todo concluye al fin, de que nada dura para siempre, de que todo termina. De que esto ya terminó.
Cada rasgo, de cada persona, me indica que no va a seguir esto mucho más, que pronto tendremos que despedirnos, y que no se puede dar marcha a atras. Lo que pasó; pasó.
Pero eso no importa. Porque cada segundo allí adentro valió la pena. Cada hora supuestamente perdida, cada lagrima que resbaló por mi mejilla, cada risa que solté por cada idiotez que alguien dijo, cada notita que me pasaron, pasé o tuve que pasar, cada reunión en el baño de chicas de la que, obviamente (gracias Piku por llevarme por el buen camino), no participé, cada rumor falso sobre mí que inventaron, cada abrazo que me dieron, cada vez que me enamoraron (fue más de una, sí, y más de dos). Cada cosa, todas y cada una de esas, valió la pena. Y ahora lo sé.
Tantos años deseando salir, y ahora que se cumple, deseo volver. Pero no va a pasar. Yo lo sé, tú lo sabes. No volveré a ese lugar tan feliz, tan triste. Tan así.
A ese lugar en el que conocí a tantas personas a las que no volveré a ver, a tantas personas que me animaron el día a día, a tantas personas que me hicieron0 reír o llorar (lo que sea; lo valió), a tantas personas que hicieron mi vida imposible, y aún así se los agradezco, a tantas personas que jamás voy a olvidar. Jamás.
Porque son más importantes que nada en el mundo, y ahora lo sé.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario